martes, 2 de septiembre de 2008

België

En este momento estoy escribiendo en viaje a Bonn, Alemania. Es lunes y son las 9 hs. Aunque posiblemente pueda postear el texto en unos días… Acá la tribu wi-fi es muy muy muy esquiva… Eso sí, cuando lo haga seguramente quedará pendiente la inclusión de las fotos para una segunda sesión.

Y bueno, llegó el momento después de tanto tiempo de contarles mi experiencia en Bélgica. Originalmente, había previsto una estadía un poco más corta, pero luego hubo tantas cosas para hacer, lugares para ver y gente para conocer que decidí quedarme ¡una semana entera! Vamos por partes.


Antwerpen (Amberes)

Llegué el lunes a la tarde luego de un viaje bastante corto y directo en un tren de super lujo (los trenes merecen un aparte). Me estaba esperando mi amigo Henk que muy gentilmente se acercó a la estación ya que fue remodelada hace relativamente poco y ahora es ¡un monstruo de 3 pisos! Después de decirme que me esperaba en el hall central (“You can’t miss it!” [“No podés perderte”], dijo), se dio cuenta de que posiblemente si me perdiera en semejante laberinto…

Y bueno, esa fue la primera cosa que me impresionó: la estación nueva con plataformas a distintos niveles y luego la arquitectura de la estación vieja. Una belleza de lugar, realmente.



Henk tenía todo planeado (como buen macrobiótico es bastante obsesivo, por supuesto). Así que luego de dejar mis bártulos en su casa (intento viajar liviana pero lo encuentro bastante difícil…) fuimos a hacer compras ¡para cocinar!!!

Lo mínimo que puedo decir es que la comida de Henk es sublime. Durante toda mi estadía puede disfrutar de los más variados platos, a la vez sencillos y deliciosos. Para aquellos que disfrutan de mi cocina, les anticipo que algunas de las recetas fueron registradas así que podrán saborearlas también.

De la ciudad de Antwerp les cuento que es muy bella. Para empezar me sorprende cómo ciudades tan populosas no tienen prácticamente hora pico y como, incluso durante la hora pico, se puede viajar muy cómodamente y no se ven hordas de gente por la calle. Tanto esta ciudad como Ámsterdam son ciudades-pueblo.

Además de la comida, también pude disfrutar de visitar la catedral de Antwerp y dos de sus museos: el MuHKA (de arte moderno) y el Koninkljik Museum Voor Schone Kunsten (museo de bellas artes, bah). Los recorrí en el mismo día y fue maravilloso ver el contraste y la complementariedad.

En el MuHKA vi muestras de arte pop e instalaciones imponentes, a la vez que también encontré proyección de documentales y música contemporánea. ¡Y eso que gran parte de los museos tienen secciones cerradas al público por reformas durante el verano! Luego ir al Koninkljik Museum fue simplemente para quedarse boquiabierto. Los “grandes maestros” (como les encanta llamarlos acá) son realmente grandes con razón. Estar en una gigantesca sala con 7 u 8 de las obras más monumentales de Rubens es un placer indescriptible. Y entonces cito a William Eggleston, de quien vi parte de un documental en el MuHKA, quien dice del arte: “You can love it, you can appreciate it; but you can never talk about it” [Podés amarlo, podés apreciarlo; pero nunca hablar de él.].

En Antwerp también conocí gente muy inspiradora del ámbito de la macrobiótica. Hice una consulta con Rik Vermuyten, que es el orientador tanto de Henk como de Gerd (o Motz, a quien estoy camino a visitar). Y fue muy interesante su visión de mi condición y mi salud. Y, a pesar de que fue un poco shockeante que algunas de sus recomendaciones fueran radicalmente opuestas a las de José Luis, de todas formas las sugerencias y comentarios me resultaron muy lógicos. Veré cuándo podré ponerlas en práctica…

Luego Mieke Vervecken, que es la jefa de Henk (Henk es el cocinero de Rosas, escuela de danza muy prestigiosa sita en Bruselas), y tiene una escuela de cocina-filosofía macrobiótica paralela al Kushi Institute y con un enfoque más acorde a mí forma de ver la vida macrobiótica. Ella y su marido Jan, que tiene una escuela de shiatsu, tienen una casa donde están construyendo un eco-lodge parecido a los de Gaia y habitualmente tienen gente de todo el mundo viviendo por temporadas en su casa donde también viven 3 ó 4 de sus 6 hijos. Espero volver a verla y, de ser posible, poder estudiar con ella en algún momento.

Para el registro de mi paso por Antwerp menciono además el castillo, el río, conocer el trabajo de Bob Torfs y ver que en Europa también hay gente sin techo, lo cual es simplemente triste.

Brugge (Brujas)

Salí el miércoles por la mañana hacia esta pequeña ciudad de la que tanto había oído hablar a mis padres, también a Ceci y Henk pero no con tanto entusiasmo. Así que llegué sin saber muy bien qué me iba a encontrar.

Y antes de aterrizar en el hostel, lo cual fue una real odisea, con lo que me encontré fue con un bellísimo mercado de frutas, verduras y pescado que frecuentan casi exclusivamente los lugareños, y que es ¡sólo los miércoles! Así que menuda suerte. Y a partir de ahí, lo que me sorprendió fue la belleza simple y delicada de cada rincón de este pueblo.

En el hostel me dieron uno de los mejores mapas que he usado jamás y con eso hice un itinerario mental de mi recorrida (la macroobsesiva de mí no me abandona…). Pero claro, en cada esquina descubría algo que me atraía y entonces mi rumbo cambiaba (¡Yupi! ¡Encontré la fisura en el sistema!!).

Y así es que puede disfrutar de la Iglesia de Santa Ana (que visité y fotografié en honor a Anita, por supuesto), la Jeruzalemkerk, su museo de bordados y ¡a las bordadoras!, quienes siguen trabajando con la misma técnica que hace siglos, la torre del Markt del centro con un soberbio campanario (con filmación de las y cuarto para Sofi y Dari) y vista de todos los alrededores.









Pero especialmente, la Iglesia de Holy Lady (sí, sí… casi lo único que hay para ver en algunos lugares son ¡iglesias!) que me quitó el aliento de sólo verla cuando entré en un patio y la encontré, imponente pero a la vez sin arrogancia.

Así que no puedo más que acordar con mis padres: Brugge es una belleza. Y si volviera a Bélgica, definitivamente pasaría otro día allí.

Brussel (Bruselas)




El viernes amanecí temprano y partí hacia Brussel. Lo primero que me impactó fue el contraste con la parte Vlaamse (flamenca) de Bélgica: Brussel es muy francesa.

Entonces por primera vez me encontré totalmente perdida con el idioma. Aprendí a preguntar “¿parlebú spagnol?” para que me dijeran que no y sugirieran comunicarnos en inglés. Funcionó y es una técnica que implementaré también en Alemania y en Francia.

En Brussel visité la catedral, el museo de bellas artes (que también tenía varios sectores cerrados al público pero al que igual le dediqué ¡2 horas y media de caminata!), almorcé en el Teepot, un restaurant macrobiótico recomendación de Henk, y luego caminé, caminé y caminé haciendo sight-seeing y sacando fotos hasta que se me acabó la batería (en el momento crítico, Mano, obvio). A las 18.30 hs fui a la clase de Bikram Yoga en Brussel, y luego de eso vuelta a Antwerp donde me esperaba un sueño reparador y descanso para mis piecitos doloridos.

Debo decir que Brussel no me resultó tan asombrosa. No puedo justificarlo del todo, pero creo que tiene que ver con una cosa un poco distante y menos pueblerina. Es decir, me parece que prefiero la ciudad-pueblo y sus formas menos excesivas. Aunque debo destacar que los murales por toda la ciudad son un espectáculo digno de verse, y tan inesperados como las maravillas en Brugge.







Pendientes

Quedó pendiente la visita a Ghent, de la que tan bien mi hablaron. ¿Será la próxima? Además tampoco puede ver a Bram antes de su partida a Myanmar. Cuando estuve en Brugge a pocos kilómetros de su pueblo, él estaba en Brussel haciendo trámites para su visa. Cuando estuve en Brussel de visita, él estaba volviendo a su pueblo para mudar su casa antes de salir de viaje. Se va el 7 de septiembre y no creo verlo antes de eso. Así que quedará para otro momento el relato de su experiencia en Argentina.

Curiosidades

Restaurarte: Tanto en las iglesias como en los museos, hacen de las restauraciones y las mudanzas parte de la visita turística y de las muestras. Con lo cual uno es testigo del meticuloso proceso de preservar el patrimonio cultural.



Techtonik: parece que es el hijo (bobo) del break-dancing. ¿Cómo me enteré? Mi amigo belga tiene un hijo de 13 años… La única forma de saber estas cosas es habiendo un pre-adolescente mediante. ¡Por favor, me averiguan si ya llegó a BA!

Frituur: parece que la asociación entre Bélgica y el chocolate es una cuestión meramente turística. La posta posta y lo que realmente es el choripán de los belgas* es la frituur, que no es ni más ni menos que un cono de papas fritas grasosas con una cucharada sopera de mayonesa. Para que se den una idea de lo populares que son, este cartel está en la puerta de un locutorio:



Incluso Henk, que es macrobiótico desde toda la vida casi, cada tanto sucumbe a la tentación de unas frituurs y, como no podía ser de otra manera, me convenció de probarlas… Ricas, sí… pero el día después no se lo deseo a ningún macrobiótico.

* JSG se está relamiendo con ésta que le dejo picando para el chiste fácil.

Trenes

Aclaro que yo vengo vapuleada en esta área: casi 5 años de ser maltratada por el Roca dejan su marca en cualquiera. Entonces viajar en un tren acá es un lujo literalmente: butacas impecables y comodísimas, aire acondicionado (que no es lo que a mí particularmente más me impresiona, pero en BA los días de 40º C confieso haberlo deseado), ¡y los baños! Juro que tuve el impulso de sacarles fotos a más de uno, pero luego me sentí francamente una tercermundista ridícula y decidí no ceder a la tentación. Así que les dejo simplemente éstas:





Habilidad

A fuerza de viajar sola, me he convertido en una experta de la auto-foto: ahora sólo me lleva 3 intentos como máximo lograr una toma como la gente.








Espero poder satisfacer la curiosidad visual de mi hermano, que quiere más fotos, en unos pocos días. Ahora me esperan Bonn y quién sabe qué sorpresas: Motz me avisó que unos amigos le dejarán el auto durante su ausencia y además él no está trabajando ahora así que tiene todo el tiempo del mundo para pasearme. Parecía muy entusiasmado con llevarme a conocer las maravillas de su pueblo. Él y su novia son fanáticos del lugar. Espero además poder seguir practicando cocina, aunque me parece que en este caso se da vuelta la tortilla (de harina de maíz y daikon) y seré yo la que tome la iniciativa probablemente ya que llevo más tiempo en la macrovida que Motz. Entonces a partir de ahora la pregunta será: ¿sprejen spagnol? (“Español”, como notarán, se dice igual que en francés).

5 comentarios:

ziNziA dijo...

por supuesto que me anoto para todas las nuevas recetas!!!
viajera gourmet!
besote

Haru dijo...

¡No esperaba meno de tí, me gran amiga sibarita!!

Anónimo dijo...

Que bueno todo Mana... que experiencias... Im-pre-sio-nante. Más fotos, más fotos!! jaja

Mati

c. dijo...

amiga querida!

qué lujo de relato!
qué hermoso tu viaje!

me anoto en TODO, todo, todo. hasta para el Frituur.

Haru dijo...

Mano, más fotitos pronto.
c., sigo anotando recetas aquí y allá. Las frituur también podemos hacerlas en BA.

¡Los quiero!!!