lunes, 17 de noviembre de 2008

Estadía en Ámsterdam - Parte 3

Con Ceci

De regreso de Inglaterra y luego de resolver las cuestiones con el Kushi Institute, pasé unos días en la casa de Ceci. Como no podía ser de otra manera, cocinamos y comimos rico. ¡E hicimos sushi!



Además fuimos a ver la muestra de un amigo holandés de Ceci. A JSG le hubiera encantado: es un pibe que trabajó sobre el concepto de la cámara estenopéica y fotografió la vista desde unos monoblocks que pronto serán demolidos. Pero lo curioso es que las fotografías se sacaron de la proyección de la vista sobre la pared de las habitaciones vacías, y luego se muestraron en 3D en un display que superponía las imágenes de dos habitaciones diferentes. Es decir, la imagen de la imagen invertida, sobre la imagen de al lado. Buena idea, quizás le faltó un punch para ser bella.

Camino a la muestra.

Además una pieza compuesta por Ceci fue elegida para competir en un concurso junto con otras 3 de compositores: una holandesa, un belga y un finlandés. Así que allí fui. La obra de la holandesa ganó el premio del público y la del finlandés la del jurado, lo cual muestra que ni el público ni el jurado están preparados para que le rompan los esquemas. La obra de Ceci era, sin dudas, la más osada.

En medio del ensayo

¡Gran sorpresa gran! ¡Ceci está practicando macrobiótica!!! Así como si nada, una día pasé por la casa a saludarla justo antes de su cumpleaños y ¡zas! lo primero que hace es mostrarme la heladera: ¡tempeh, tofu, miso, verduras varias y sushi macrobiótico! Así que ¿qué recibió de regalo de cumple? Por supuesto, un libro lleno de recetitas que cada vez que paso por Bethaniendwarstraat 20 está sobre la mesa en una página diferente. Este es el manjar que cocinamos juntas:



En el KI

Y luego de unos días en la casa de Ceci, me instalé en la residencia del Kushi Institute para dedicarme de lleno a la MB. En una mezcla de estilo holandés-argentino, me mudé en bicicleta (estilo holandés) trasladando mi valija atada con una correa a la parte trasera (estilo argentino).



La residencia: un lujo. Disfruté de una habitación enorme para mí sola en un piso compartido con otras dos estudiantes y un profesor.




Durante mi estadía me hice amigota de Patricia (derecha), una española macanuda que vino para estudiar MB y encontró al amor de su vida; y Rebecca, australiana que va y viene al KI desde hace 2 años y con la que pude establecer una relación amable luego de algunas rencillitas.



También disfruté de una semana de trabajar en el restaurant por unas horas. Aprendí a hacer algunos panificados macrobióticos, que era una deuda pendiente hasta ahora. Y me sorprendí gratamente al ver que en Deshima, el restaurant, cocinan con ingredientes de buenísima calidad.


Detrás del mostrador

Los MB, se sabe, somos gente muy versátil. Aquí tienen a Jarka, la directora de estudios checa, y Lander, el cocinero vasco, cambiando una lamparita.



Por lo demás, el curso fue intenso en muchos sentidos. Algunas pocas fotos fuera de foco con mi amigo Motz y de otras compañeras durante el taller de cocina. Y un video que les da un idea de cómo era la cosa. Atenti que aún es de día ¡y ya estamos preparando la cena!!






Cena Macrobiótica a la holandesa

Luego de 3 meses en Holanda, tuve mi primera experiencia como invitada de una holandesa de la que me hice amiga durante la conferencia de verano. La parte gastronómica fue genial. Cocinamos con Marja y cada una preparó algo que la otra no conocía así que intercambiamos saberes.

Sushi sin Nori
Postre de manzana con Kuzu.

Por lo demás, tienen una manera bastante diferente a la nuestra, pero ya estaba advertida porque en varias oportunidades Cecilia me había hecho comentarios al respecto. Por empezar esperan que llegues exactamente a la hora pactada, que en este caso era a las 17 hs. Yo llegué 17.20 hs y estoy justificada porque no conozco mucho Ámsterdam, pero igual no me salvé de que en un momento me hiciera notar que había llegado tarde. Después, cocinan muy poca comida, muy muy justito. Y por último a las 19.40 hs me dijo: "Bueno, tengo que acostar a mi hija y nosotras nos tomamos nuestro tiempo porque bla, bla, bla... ¿Te querés quedar o te vas?" Y bueno... me fui. La verdad fue una experiencia muy interesante.

La segunda vez, fue un poco más distendida. Probamos nuevos platos, comimos muy rico y, por ser sábado y en la compañía de Gerd, conversamos hasta bastante más tarde.

Sinterklaas

El domingo anterior a mi partida hacia Bélgica, ¡llegó San Nicolás
a Ámsterdam!! Acá parece que les contaron otra historia... Resulta que San Nicolás llega todos los años en barco desde España (???) y se pasea por las calles precedido de un séquito de mulatos, que son sus ayudantes, y los niños le entregan papeles en donde (supongo) le piden los regalos que desean o (más probablemente) enumeran los motivos por los que se los merecen. Ya veré de confirmar sospechas y les cuento.

Los niños se ponen unos gorritos iguales a los de los ayudantes mientras esperan a Santa y reciben con gusto los caramelos y galletitas que los morochos les entregan.







También parece que hay ritual de regalos para los niños tanto el 5 de diciembre (aún no entiendo muy bien por qué) como el 25 de diciembre, pero no el 6 de enero.

Hasta aquí la parte 3. Quién les dice que, como Rocky, todavía tenga muchas más aventuras por vivir aquí.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Although we have differences in culture, but do not want is that this view is the same and I like that!

Anónimo dijo...

Read your article, if I just would say: very good, it is somewhat insufficient, but I am

still tempted to say: really good!
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