sábado, 1 de agosto de 2009

Erehwon



"Lo curioso es que (...) sigo sintiendo que el año va a ser muy difícil. Siento que va a ser decisivo, siento que este año va a ser el comienzo del resto de mi vida. Eso me da esperanzas, pero también me asusta. Tengo miedo de que lo que es mejor para mí no tenga nada que ver con lo que conozco hasta ahora. Que todo cambie."


05feb01, Diario.



lasvalijasestánlistasyobañadaycambiadasalimosaezeizahagoelcheckindeclarolasmáquinasnosentamosatomaruntémientrasesperamosquelleguenlosamigosquequedaronenveniradespedirmellamamihermanoolollamoyoevitamostocareltemacuándovolveremosavernoslleganjavianiycaroconsusrisasylibritosparaprestarcharlamosnomásdediezminutosyallávoyazonadeembarquebesosyabrazosquenosdamosdemasiadorápidolamentandoqueahorasíseanlosúltimosporuntiempolargocuandoyanolosveomásmeempiezanatemblarlaspiernasmeencuentroalfinaldeunalargacoladeotragentequepartecomoyoestoysolayyanisiquieratengomonedasparahacerunllamadoelcelulartambiénlodejéatrásmeenfrentoaloficialdeinmigracionesintentoquenonotelaslágrimasquesemeescapanapenaspasoalazonadelfreeshoplocalizoelbañoymeencierroquinceesencialesminutosadesahogarelllantoqueyanopodíadisimularmássalgodelbañorenovadasabiendoqueacabodemoriryqueelllantofuenimásnimenosqueeldueloquemedebía


Durante el vuelo tuve la conciencia nítida de estar entre el pasado y el futuro. Esas horas en el aire fueron del presente más puro. Fue maravilloso sentir que no tenía expectativas. No había nada que buscara en particular. Simplemente salté. Y lo hice con alegría.


A un año del salto mortal, ayer zinzia me preguntaba cuál era el balance. Y enmudecí. Será que aún no aprendo a tener visión de halcón, será que ver la "big picture" me cuesta un esfuerzo desmesurado. Lo cierto es que no podría haber previsto nada de lo que viví. Jamás podría haber anticipado nada de lo que vino después.


Fui a hacer una pausa para cambiar mi vida, sabiendo que podía no cambiar nada. Y me encontré con que el viaje no era el comienzo. El comienzo podía rastrearse a un momento del pasado más profundo, aquel que algunas creen ciencia ficción, ese momento en el que, como si me estuvieran descuartizando viva, me vi forzada a alejarme de los anillos de esmeralda y los dulces labradores.


Arqueóloga dedicada y meticulosa, carbono 14 en mano, desenterré fósiles que había olvidado que existían y mutó el viaje en revisionismo. Retomé caminos que creía resueltos y descubrí que el tiempo pasa pero no existe. Lo que existen son los procesos, bien lo dice Ana I. Y así es que el aprendizaje es contundente y decido no volver a distraerme: el tiempo pasa y ya es hora.


Siento que mi vida es como los brazos de Willy Vilas: un lado fuerte, desarrollado y sólido; el otro flacucho, inseguro y temeroso. Cada uno por su lado no parece tan inadecuado. Es el contraste lo que los hace grotescos.


Mi primera profesora de yoga decía que no debíamos proteger nuestro lado débil, que la única manera de que dejara de ser débil era arriesgándolo. Era muy poco yogui y medio sargento, pero entiendo lo que quería decir.


Confieso que quise ser SuperWoman. También eso descubrí que no sirve. Creí que el camino era ser autosuficiente. Ahora descubro que soy feliz en mi interdependencia. Puedo sola, pero cuánto más lindo es hacerlo acompañada.


Con la sensibilidad irritada y el corazón latiendo tembloroso, me descubro teniendo más certezas de las que puedo compartir. Aprendí de mi vida, y en palabras de Jodorowsky, que "lo que permite que la vida no nos devore es tener una finalidad."


Y que lo mejor no está por venir sino que está sucediendo ahora.

4 comentarios:

kill dijo...

Brindo por ello

Haru dijo...

Gracias. Yo celebro el movimiento.

c. dijo...

me emocioné toda, tanto.

Haru dijo...

Gracias, c. Te quiero. Mucho. Lo sabés.