Baile Átha Cliath
Aterricé en Dublin por estas cosas de viajar en aerolíneas de bajo costo: para poder conectar con Birmingham no me quedaba otra. Me quedé por escasas 36 hs. y tuvo sabor a poco.
Me encontré con otra capital minúscula, llena de jóvenes, pubs, museos y edificios bellísimos. Tuve tiempo de ir a la National Gallery of Ireland donde pude ver trabajos de pintores irlandeses, lo cual me alegró porque no conocía ninguno. Estuvo bueno que una de las áreas estuviera dedicada exclusivamente a ellos desde el siglo XVI hasta el presente.
De ahí a comer vegetariano, obvio. Mi amiga Seona, que me alojó generosamente en su casa, me había recomendado un lindo lugar y ahí hice escala antes de seguir.
Segunda parada del día: el Dublin Writers Museum. Entonces estuve un buen rato repasando mi literatura: desde Jonathan Swift hasta Sammuel Beckett, pasando por James Joyce, Oscar Wilde, Mary Edgeworth, Thomas Moore, G. B. Shaw, W. B. Yeats. Un deleite. Ganas de leer y releer todo.
Lo más lindo: ver a Seona después de tanto tiempo, conocer a su pequeña hijita Aifric y ver cómo cambió su vida y lo feliz que está con ella. Y las vistas de la ciudad.
3 comentarios:
empiezo a echar de menos a las fotos... (es más facil que mandes fotos que mandar una tarta de brócoli...)
besos!
Prometo que pronto.
Lamento no tenerte cerca así me tirás el Tarot y me decís las perspectivas de mi matrimonio!
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