jueves, 2 de octubre de 2008

Éire

Baile Átha Cliath

Aterricé en Dublin por estas cosas de viajar en aerolíneas de bajo costo: para poder conectar con Birmingham no me quedaba otra. Me quedé por escasas 36 hs. y tuvo sabor a poco.

Me encontré con otra capital minúscula, llena de jóvenes, pubs, museos y edificios bellísimos. Tuve tiempo de ir a la National Gallery of Ireland donde pude ver trabajos de pintores irlandeses, lo cual me alegró porque no conocía ninguno. Estuvo bueno que una de las áreas estuviera dedicada exclusivamente a ellos desde el siglo XVI hasta el presente.

De ahí a comer vegetariano, obvio. Mi amiga Seona, que me alojó generosamente en su casa, me había recomendado un lindo lugar y ahí hice escala antes de seguir.

Segunda parada del día: el Dublin Writers Museum. Entonces estuve un buen rato repasando mi literatura: desde Jonathan Swift hasta Sammuel Beckett, pasando por James Joyce, Oscar Wilde, Mary Edgeworth, Thomas Moore, G. B. Shaw, W. B. Yeats. Un deleite. Ganas de leer y releer todo.

Lo más lindo: ver a Seona después de tanto tiempo, conocer a su pequeña hijita Aifric y ver cómo cambió su vida y lo feliz que está con ella. Y las vistas de la ciudad.








3 comentarios:

ziNziA dijo...

empiezo a echar de menos a las fotos... (es más facil que mandes fotos que mandar una tarta de brócoli...)
besos!

Haru dijo...

Prometo que pronto.

Valeria dijo...

Lamento no tenerte cerca así me tirás el Tarot y me decís las perspectivas de mi matrimonio!